Muchos nutrientes esenciales presentes en las frutas y vegetales son los mismos nutrientes indispensables para la salud hormonal.
El aguacate es una fruta que no forma parte de la preciada dieta mediterránea pero, por sus cualidades, lo tenemos aquí entre nosotros durante todo el año.
Parece hecho a la medida para que descubras como mejora tu salud hormonal, la ovulación, la fertilidad, el correcto crecimiento del feto durante el embarazo y la calidad de la leche materna durante la lactancia, de una manera tan fácil como comer sólo medio aguacate cada día. Las madres en la época pre y posgestacional se benefician especialmente de las características de los aguacates, cuando siguen una dieta mediterránea sana.
Los tratamientos de fertilidad in vitro (FIV) son tres veces más exitosos cuando aumentamos el consumo de grasas monoinsaturadas como las que presenta el aguacate y los aceites vegetales no refinados (hidrogenados total o parcialmente) por su riqueza en ácido oleico, una grasa monoinsaturada muy saludable.
La piel que acoraza el aguacate protege su bonita pulpa de color verde que es especialmente rica en fibra, antioxidantes, magnesio, ácido fólico, vitamina C, fitoesteroles y grasas sanas.
Querría pensar que hoy en día todo el mundo come aguacate regularmente, por las múltiples propiedades saludables que atesora, pero estoy seguro que está de moda porque sencillamente es buenísimo, nos ayuda a adelgazar, a tener una piel bonita y, además, porque lo encontramos en todas partes, a buen precio y lo podemos consumir todo el año.
Los aguacates han sido sometidos a multitud de estudios e investigaciones dada su densidad nutricional y especial composición que nos permite disfrutar de múltiples beneficios en nuestra salud dentro del contexto de una dieta sana.
Es una fruta rica en agua (72 %) y, a diferencia de la mayoría de las frutas, el aguacate no aumenta la glucosa en la circulación sanguínea y es rico en grasas monoinsaturadas (MUFA), concretamente, el 70 % de sus grasas son MUFA. También contiene ácido linoleico y ácido-alfa-linoleico, que son otras grasas que nos ayudan a mejorar la salud cardíaca, las articulaciones, la piel y otras importantes funciones reguladoras de nuestro organismo.
Te recomiendo que no te lo comas verde porque cuando el aguacate madura es cuando aumenta, todavía más, su concentración en la grasa monoinsaturada llamada ácido oleico, una grasa muy saludable que también encontramos en el aceite de oliva y que nos mejora la memoria, mejora la calidad de la leche materna de las madres que amamantan a sus hijos, mejora el sistema nervioso y el funcionamiento cerebral del bebé en el primer año de vida y, a la vez, reduce los triglicéridos y el colesterol total, mejorando la proporción entre colesterol bueno (HDL) y colesterol malo (LDL).
El aguacate suma los beneficios de los dos tipos de fibra que encontramos en la dieta porque es rico en fibra insoluble (70 %) y soluble (30 %) de forma que nos ayuda a ir al baño regularmente, a mejorar nuestra sana flora bacteriana, nos ayuda a una buena regulación de la glucosa, del colesterol y de la destoxificación de nuestro organismo. Una dieta rica en fibra como la que contiene el aguacate previene de la preclamsia (hipertensión) durante el embarazo.
El aguacate está en la lista de los alimentos top-5 a nivel mundial más ricos en vitamina E, sólo superado por los frutos secos, las semillas y las verduras de hoja verde. También ofrece una mejora antioxidante muy valorada en diferentes productos de cosmética que utiliza el aguacate como uno de los ingredientes estrella en sus formulaciones, para frenar las inflamaciones o el envejecimiento de la piel.
Es muy rico en vitamina B5, sólo superado por la seta shiitake, que nos ayuda a tener más energía.
Es rico en vitamina C, vitamina B6 y vitamina B9 o ácido fólico, indispensables para mejorar la salud emocional, hormonal, la fertilidad, el sistema nervioso y circulatorio. El ácido fólico es especialmente importante para las madres embarazadas porque una carencia en la ingesta de ácido fólico condiciona un mayor riesgo de sufrir un parto a pretérmino, el nacimiento del bebé con bajo peso corporal, con defectos cardíacos o del tubo neural.
Contiene vitamina K1 (piloquinona) que nos ayuda a mejorar la cicatrización de las heridas favoreciendo la coagulación de la sangre, a prevenir la osteoporosis, manteniendo fuertes los huesos y a mejorar la circulación y elasticidad de los vasos sanguíneos.
El aguacate es rico en minerales como el magnesio, el cobre y especialmente el potasio, superando incluso al plátano, que nos ayuda a prevenir los calambres, a mejorar la circulación, la presión arterial, el funcionamiento del riñón y prevenir la preclamsia durante la gestación.
El aguacate es muy rico en diferentes fitoquímicos como el Beta-sitosterol que ayuda a reducir el colesterol, la grasa abdominal y mejora la inmunidad y la salud cardíaca.
Presenta diferentes polifenoles liposolubles (solubles en la grasa) con efectos favorecedores de la flora intestinal sana (efecto prebiótico), efectos antioxidantes y a la vez antinflamatorios cómo por ejemplo los taninos y, especialmente, la luteína y la zeaxantina que son dos carotenoides que se encuentran intensamente concentrados en la zona de color verde oscuro de la pulpa, la que vemos más cerca de la cáscara del aguacate. La luteína y zeaxantina, ambos componentes, mejoran la salud de la próstata y la salud visual, previniendo las cataratas y la degeneración macular en la edad adulta. Las madres embarazadas tienen que saber que el desarrollo visual del embrión in utero es crítico en el 3r trimestre de embarazo y es muy recomendable tomar luteína y zeaxantina presentes de forma natural en el aguacate, especialmente en esta época del embarazo y a continuación durante la lactancia para poder disfrutar de los efectos protectores de los carotenoides en el sistema nervioso, el sistema visual y el sistema cognitivo del bebé. Si mezclas el aguacate en la ensalada o con otras grasas sanas, los carotenoides que contiene (luteína y zeaxantina) se absorben mejor que cuando comes el aguacate solo.
El aguacate es muy poderoso, nos puede ayudar mucho, pero no es beneficioso para todo el mundo, de forma que algunas personas tienen que tener los ojos muy abiertos y reducir el consumo o incluso evitarlo.
Por su alto contenido en tiramina (aminoácido vasoactivo), no se recomienda comerlo a las personas que sufren migrañas o dolor de cabeza; ni a las personas que toman antidepresivos que inhiben la actividad de la enzima Monoaminooxidasa (IMAO) porque la combinación de estos medicamentos con el aguacate u otros alimentos ricos con tiramina, como los quesos, puede provocar ataques de migrañas, taquicardias o hipertensión; además, por su alto contenido en salicilatos, no se recomienda comer aguacate a las personas con alergia a la aspirina. Finalmente, tampoco se recomienda abusar a las personas que toman medicamentos anticoagulantes por su contenido en vitamina K, siempre siguiendo las indicaciones de tu médico.
Relájate, el aguacate es una fruta que tiene la ventaja que no es tan importante que sea ecológica, porque su gruesa piel previene que los herbicidas traspasen la coraza que protege la pulpa que nosotros nos comeremos.
Te recomiendo comprarlo maduro, conservarlo en la nevera y, finalmente, consumirlo regularmente. Consumirlo solo o combinado con algo más.
Lo puedes comer solo, por supuesto, pero es mejor añadirlo a las ensaladas cortado en trocitos, a los postres, a los bocadillos, o hacer puré con legumbres o combinado con mango, o con una salsa de guacamole… ¡Ah! prueba el mousse hecho de aguacate con cacao y leche de coco, o déjate sorprender por el aceite de aguacate aliñando tu ensalada. Todo es delicioso.
Tal como nos muestran los estudios científicos, es mejor comerlo junto con las ensaladas, mezclado con frutas y vegetales variados y aliñado con aceite de oliva extra virgen, porque diferentes investigaciones nos muestran que, si en lugar de comerlo solo lo comemos así combinado, entonces tendremos una mejor asimilación y biodisponibilidad de sus beneficiosos carotenoides (polifenoles).
Los buenos alimentos también requieren buenas compañías.
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