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Diferencia entre fructosa y fructanos: Hay cosas que no son normales

hi ha coses que no son normals

Xevi Verdaguer

Psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta. Ayudo a personas como tú a recuperar tu salud a través de la PNIE y otras disciplinas.

¿Qué aprenderás?

Cada día son más frecuentes las intolerancias alimentarias por mala absorción de azúcares como la lactosa, el sorbitol y especialmente por la mala absorción de la fructosa. Miles de personas nos piden ayuda por sufrir síntomas tan variados como heces pastosas o diarreicas, exceso de gases, distensión abdominal,colon irritable y fibromialgia pues estos azúcares provocan alteraciones funcionales a nivel gastrointestinal e inflamaciones intestinales y sistémicas cuando nuestro intestino no los puede absorber. Es muy fuerte.

En los últimos 20 años vemos un aumento de las personas que padecen de colon irritable, inflamaciones intestinales o de celiaquía y precisamente coincide con un cambio en los hábitos alimentarios en gran parte de la población: Un aumento del consumo de fructosa en nuestra dieta.

El equipo de investigación de Wilder-Smith CHEl concretó en un estudio publicado en el United European Gastroenterol J. que el 60% de las personas que padece alteraciones funcionales del intestino tiene intolerancia a la fructosa. A 6 de cada 10 personas les ocurre solo esto: mala absorción de la fructosa.

Es decir, muchas personas con reflujo gastroesofágico, dispepsia o el colon irritable están tomando medicación para tratar los síntomas tan variados como el exceso de gases, el ardor de estómago, o para las diarreas, para el estreñimiento, para los espasmos intestinales, para el reflujo, para… para… y no se trata el síntoma para pasar un mejor día sino de resolver definitivamente la intolerancia a la fructosa. Debemos tratar el origen que los provoca para revertir el problema y transformar tu salud. Escucha a tu intestino.

El consumo de la fructosa

Si miramos atrás, des de miles de años atrás, los humanos tomábamos 16-24g de fructosa cada día proveniente de la fruta o de la miel. Sin embargo, la modernización y el mayor número de alimentos procesados nos ha llevado a unos hábitos alimentarios muy muy diferentes.

Hoy día se estima que cada uno de nosotros consumimos un 20% más fructosa que antes, especialmente en Europa y el norte de Estados Unidos, y no es por consumir más fruta precisamente sino por un aumento del consumo de alimentos procesados y refinados.Especialmente por un aumento en los alimentos y bebidas que contienen Jarabe de maíz alto en fructosa (o sirope de maíz). Éste es un edulcorante obtenido mediante un proceso químico que convierte gran parte de la glucosa en fructosa convirtiéndose en el ya etiquetado “veneno del siglo 21” que se utilizará para añadirlo a alimentos procesados y a refrescos para dar el sabor más dulce encontrado entre todos los azúcares, el de la fructosa. Te añaden fructosa. Repetirás su consumo, seguro. Y te garantiza un mayor riesgo cardiovascular, hipertensión, hiperglicemia, hiperinsulinemia, obesidad, diabetes tipo 2, hígado graso no alcohólico.

Este sirope o jarabe de maíz alto en fructosa es utilizado como edulcorante y lo encontrarás en alimentos o bebidas que tal vez, sin saberlo, están en tu casa: bebidas con gas y refrescos (no diré el nombre de las marcas que todos conocemos y tal vez sigas comprando), zumos artificiales, confituras, mermeladas, bollerías, helados, yogures de fruta y los yogures “saborizados”, galletas y cereales que te vienen envasados en cajas, barritas de cereales o de granola, pan que viene empaquetado, etc.

No te dejes engañar y sobretodo abre bien los ojos cuando leas en una etiqueta eso de alimento “light” o alimento “dietético”. Y si quieres un yogurt con sabor a arándanos, por favor, añade tú mismo los arándanos de forma natural. Los niños menores de 10 años se estima que comen 4 veces más fructosa que antes. ¿Qué te parece? ¿Dirías que hay sobrepeso infantil?

Problemas derivados de la fructosa

El Colon irritable y la intolerancia a la fructosa van cogidos de la mano. Si bien el origen del colon irritable es multifactorial, la realidad es que un 10-20% de la población mundial ya sufre de colon irritable, y eso no es normal. Es decir, 1 o 2 personas de cada 10 padece de:

  • Dolor abdominal crónico asociado a una motilidad intestinal alterada e irregular.
  • Exceso de fermentación y de gases.
  • Hipersensibilidad intestinal.
  • Deposiciones con predominio a diarrea o a estreñimiento.

La intolerancia a la fructosa mimetiza el síndrome de colon irritable.

En un estudio reciente en personas con colon irritable, se ha comprobado que los síntomas son desencadenados por el consumo de fructosa y también por el consumo de fructanos. Los fructanos son cadenas largas de moléculas de fructosa. Por esta razón también se recomienda seguir una dieta restringida en fructanos. ¿Crees que todo se arreglará con una dieta baja en fructosa y fructanos? Ahora lo veremos.

Miro a mi alrededor y veo a muchas personas que hoy van a aprender cómo salir de estas estadísticas. Primero hay que hacer un diagnóstico preciso y luego tratarlo.

Diagnóstico de la intolerancia a la fructosa

Te recomiendo realizar el Test de hidrogeno espirado para confirmar tu intolerancia a la fructosa.

Cómo resolver la intolerancia a la fructosa y los trastornos digestivos asociados.

Si sufres trastornos digestivos quiero decirte que todo tiene una explicación. Debemos encontrar y resolver el mecanismo que ha originado el problema. Los síntomas, desaparecerán.

Hay que tener claro que: Una dieta sin fructosa-fructanos no servirá para resolver el origen del problema

Regulación de los mecanismos que provocan la mala absorción de la fructosa

1er paso: Dieta baja en fructosa y fructanos

Alimentos con altos niveles de fructosa

  • Frutas: Manzana, peras, sandía, higos, serezas, mangos, frutas deshidratadas y zumos de fruta (envasado o natural).
  • Vegetales: Espárragos, alcachofa, tupinambo (Jerusalén), ajo negro, cebolla encurtida, tallos de brócoli, corazones de alcachofa y guisantes.
  • Bebidas: zumos de fruta, concentrados de fruta y ron.
  • Edulcorantes: fructosa; miel, siropes que los encontramos en los refrescos, panes, cereales, sopas, aderezos y en las bebidas con sabor a fruta (jarabe de maíz, sirope de arce, sirope de agave)

Alimentos con altos niveles de fructanos:

  • Vegetales: ajo, cebolla, puerro, espárragos, alcachofa, agave, achicoria, brócoli, col, coles de Bruselas, remolacha, tupinambo e hinojo
  • Cereales: Trigo, centeno, cebada y kamut
  • Frutas: plátano maduro, dátiles, higos secos, ciruelas y uva pasas
  • Frutos secos: anacardos y pistachos

Debemos evitar o reducir la ingesta de los azúcares desencadenantes de los síntomas: Fructosa y fructanos. Esta dieta solo durará el tiempo necesario hasta que mejoremos su absorción en el intestino delgado. Hasta resolver el origen del problema: Recuperar la actividad normal de los transportadores de la fructose llamados GLUT. Tranquilo/a que no te pasarás toda la vida con una dieta baja en fructosa porqué esto tampoco sería saludable.

2o. paso: Equilibrio del sistema inmune

Mejorar el equilibrio del microbioma, de la mucosa intestinal y del sistema inmune para devolver la capacidad de absorción a los transportadores de la fructose, los GLUTs. Para una correcta absorción de los nutrientes, y de la fructosa en particular, es clave poner orden en:

  • La microbiota.
  • El tejido linfocitario asociado a la mucosa intestinal.
  • El sistema inmune del intestino.
  • Recuperar la actividad de los transportadores GLUTs.

Si al ingerir alimentos ricos en fructosa, los GLUT del Intestino delgado no pueden absorber dentro del enterocito la fructosa que circula por la luz intestinal, luego la fructosa llegará libremente al colon donde será fermentada por las bacterias formando un exceso de ácidos (ácido láctico, butírico, propionico, acético) y un exceso gases (Hidrogeno H+, metano CH4, CO2) y así podemos decir que hay una malabsorción de la fructosa. Si al ingerir alimentos ricos en fructosa, los GLUT del Intestino delgado no pueden absorber dentro del enterocito la fructosa que circula por la luz intestinal, luego la fructosa llegará libremente al colon donde será fermentada por las bacterias formando un exceso de ácidos (ácido láctico, butírico, propionico, acético) y un exceso gases (Hidrogeno H+, metano CH4, CO2) y así podemos decir que hay una malabsorción de la fructosa. Si al ingerir alimentos ricos en fructosa, los GLUT del Intestino delgado no pueden absorber dentro del enterocito la fructosa que circula por la luz intestinal, luego la fructosa llegará libremente al colon donde será fermentada por las bacterias formando un exceso de ácidos (ácido láctico, butírico, propionico, acético) y un exceso gases (Hidrogeno H+, metano CH4, CO2) y así podemos decir que hay una malabsorción de la fructosa.

La clave está en el equilibrio, el equilibrio entre la cantidad de fructosa que ingerimos a través de la dieta y la que absorbemos a través de los GLUT 2, 5 y 7 a nivel del intestino Delgado.

Si tienes intolerancia a la fructosa te interesará mejorar la actividad de tus transportadores intestinales (GLUT) para no tener tanta fermentación en el colon, y nunca te interesará inhibir a los transportadores GLUT2, GLUT 5 ni GLUT 7 porqué si reducimos su absorción luego nos creará más síntomas gastrointestinales.

Hoy quiero decirte que gracias a recientes investigaciones de Gauer, JS y su equipo sabemos que hay componentes de la dieta que reducen la actividad de los transportadores de la fructosa (GLUT) y, por lo tanto, reducen su absorción y aumentan los síntomas digestivos. Evítalos!

Evita a los flavonoids (fitoquímicos) que inhiben los GLUT (transportan la fructosa):

  • Epigallocatechin gallate (EGCG): Té verde
  • Apigenina: En el vino, la camamila y diente de león; las frutas como cerezas, pomelo, uvas, manzana; y los vegetales apio, perejil, cebolla, alcachofa.
  • Quercetina: En el ajo, cebolla, puerro, col kale, espárragos, berros, espinacas, lechuga de hoja roja, pimiento verde, cilantro, radicchio, okra; y frutas, manzana, frutas del bosque e higos.

Piénsalo: Te encontrarás mucho peor si tomas una crema de verduras de cebolla y broccoli (ricos en fructosa y fructanos) si los combinas con una infusión de camamila o té verde (inhiben los GLUT). O si comes pan de trigo (rico en fructanos) con mermelada (ricos en fructosa) combinado con un zumo de manzana o de pomelo que inhiben la absorción de la fructosa.

¿Cuál es nuestro secreto?

Las personas que padecen colon irritable o son intolerantes a la fructosa deben seguir una dieta baja en fructosa, baja en fructanos y, además, deben evitar los alimentos y bebidas ricas en estos flavonoides que inhiben selectivamente a los GLUT.

Si tienes intolerancia a la fructosa hoy has descubierto que tienes un problema no resuelto en tu intestino delgado, y debes resolverlo, debemos mejorar a los GLUT, el compañero de viaje de la fructosa que te amargaba la vida.

  • Analízate y equilibra el microbioma (estudio de heces).
  • Revisa tus niveles de cortisol (estudio en saliva) y evita los corticoides.
  • Evita los alimentos (o suplementos naturales) ricos en EGCG, apigenina y quercetina.

Lo conseguirás.

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Xevi Verdaguer

Psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta. Ayudo a personas como tú a recuperar tu salud a través de la PNIE y otras disciplinas.

¿Qué aprenderás?

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