Com és la teva caca? Mira aquí
Menu
Menu

Los lácteos contienen hormonas, sí. Muchas

els làctics porten moltes hormones

Xevi Verdaguer

Psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta. Ayudo a personas como tú a recuperar tu salud a través de la PNIE y otras disciplinas.

¿Qué aprenderás?

Los lácteos de origen animal traen hormonas, muchas hormonas, sí. Y esto tiene un impacto para nuestra salud muy importante. En positivo y en negativo. Se ha demostrado en numerosos estudios que la leche de los humanos y de los animales tiene hormonas y factores esenciales para el crecimiento y la inmunidad del niño y del animal recién llegado.

Por lo tanto, si un niño no puede hacer lactancia materna durante su etapa post natal, que es lo más deseable, siempre es más recomendable que tome una leche animal y no una leche vegetal para favorecer su crecimiento y mejora del sistema inmunitario.

¿Mi bebé lo puedo suplementar con leche de arroz? ¿O de avena? Pues mejor leche de vaca señora, le respondo.

Hay que tener en cuenta que la lactosa o algunas proteínas de la leche animal pueden provocar alergias a algunos niños y habrá que ponerse en manos del pediatra de confianza para que nos facilite una leche animal sin lactosa, por ejemplo.

Después de consultar revisiones y múltiples publicaciones indexadas en webs tan fiables como PubMed, Web of Science, Google scholar, Medline o Science Direct podemos afirmar que la leche animal, especialmente la de vaca, contiene “ingredientes” que son iniciadores o desencadenantes del cáncer de mama, de próstata o de endometrio.

Los ingredientes potencialmente fatales son estos: estrógenos e insulin-like growth factor-1 (IGF-1).

Este es el cóctel que arruina nuestra salud y nuestro envejecimiento. Cada vez que tomas tu vaso de leche por la mañana, que quizás es el café con leche, o quizás el cortado o el chocolate… es igual… los “ingredientes” peligrosos que estás ingiriendo cada día son los que te garantizan que tendrás menos años y disfrutarás del gusto de este vaso de leche y del gusto de la vida durante menos años.

A mí no me quites la leche ¿vale? Me dicen, los pacientes.

La leche no te la quitaré yo, le respondo, te la quitarás tú mismo/a después de que ahora te explique el que ya se ha demostrado que provoca. Y si después de explicarlo todo, todo, todo, alguna persona irresponsable decide seguir tomando regularmente lácteos derivados de animales, especialmente de vaca, es mejor no ayudarla. Yo no acompaño a nadie que circula con un coche que sé que se accidentará. Le doy el alta automáticamente, sencillamente lo invito  a que siga el viaje con su coche por su vida a solas.

Yo soy muy respetuoso con mi propia salud y así lo deseo a mis pacientes y a todas las personas que ayudamos.

La leche y sus productos lácteos derivados

Ciertamente, la leche y sus productos lácteos derivados como los yogures, quesos o mantequilla, son una parte importante de la cultura occidental, o mejor dicho, de nuestra dieta occidental (Western diet). La leche de vaca, de cabra, de oveja o de camello, puedes elegir, contienen una variedad de hormonas que pueden tener efectos fisiológicos y patológicos dentro de nuestro cuerpo, especialmente en las épocas más sensibles: la perinatal y la pubertad.

La cantidad de hormonas que te tomas al consumir un lácteo

Es complicado especificar si la cantidad de hormonas que te tomas al consumir un lácteo, es en una concentración fisiológica o, puede ser, suprafisiológica a nuestras necesidades. Después de comprobar en estudios epidemiológicos estos efectos en nuestra salud, se han estudiado y desarrollado diferentes métodos de análisis y ensayos complejos para determinar la presencia, suficiente o no, de hormonas en los alimentos, especialmente de los estrógenos en los lácteos, y si nos afectan o no.

Recientemente, en estudios hechos in vivo e in vitro, se han comprobado efectos tóxicos de los lácteos dado que la suma de sus componentes  modifican el funcionamiento de nuestro sistema endocrino y alteran el crecimiento y la reproducción de las personas que los consumen, incluso en pequeñas dosis.

La leche de vaca

¿Has visto cómo crece y cómo se engorda a un niño que se alimenta con leche de fórmula exclusivamente? La leche de vaca está pensada para que su estimado ternero crezca rápido y pese aprox. 100 kg después de un año. Pues, así crece el niño/a. Y entonces quizás esta niña tendrá una menarquia precoz, a los 9 o 10 años, y sufrirá los dolores premenstruales, o el estrés por los problemas de fertilidad que la acompañarán en la edad adulta y después de controlarse unos miomas o mamas fibrosas que le aparecieron ya hace tiempo… entonces quizás tendrá que luchar con un cáncer de mama. Piénsalo.

Los efectos biológicamente tóxicos que provoca la leche de vaca son complejos de evaluar, dado que los estrógenos y sus metabolitos los encontramos todos juntos en el producto final.

Las críticas ante tales correlaciones han motivado a los investigadores a esclarecer diferentes aspectos conflictivos en estudios anteriores. Se ha determinado el porcentaje de las diferentes formas de estrógenos que podemos encontrar en la leche, especificando qué % circulan de forma libre, con  transportador y qué % de los estrógenos circulan de forma conjugada después de pasar por la biotransformación del hígado del animal.

Después de estas valoraciones y de diferentes métodos de análisis para precisar qué hormonas encontramos exactamente en los lácteos animales y sus derivados, podemos especificar que la lista de hormonas que se transfieren por difusión a la leche, son:

  • Prolactina
  • IGF-1 (insulin-like growth factor-1)
  • Estrógenos
  • Progesterona
  • Corticoides
  • Andrógenos (hormona masculina)
  • Prostaglandinas.

Prostaglandinas

La leche entera interesa más que la leche desnatada o semidesnatada. Esta hormona se mide en la leche para saber si la vaca tiene mastitis o alguna otra inflamación. Es un marcador que encontramos elevado cuando la vaca sufre inflamación de la glándula mamaría que hace que produzca mucha menos leche por un lado y cambia la composición de la leche que te tomas por el otro. La leche de una vaca con mastitis tiene menos calcio, menos fósforo y menos proteínas o grasas. Si la mastitis era subclínica y el labrador todavía no la había tratado, el lácteo que te tomas tendrá menos minerales y probablemente todavía tendrá las bacterias o microorganismos patógenos que la causan como el Staphylococcus aureus, Streptococcus uberis, Streptococcus agalactiae, Streptococcus dysgalactiae o una Pseudomona, Corynebacterium , Coliformes… Buen provecho.

Pero si el labrador ya la ha tratado, te tomarás los residuos de los antibióticos que se le prescribió como propuesta terapéutica a bestia. Nunca mejor dicho, a labestia. Encontramos residuos de antibióticos en los yogures, quesos… de vacas tratadas por mastitis. Todo para adentro.

Sintetizando las prostaglandinas

Las prostaglandinas las sintetizamos a partir del metabolismo de las grasas poli insaturadas y tienen diferentes funciones. En la leche de vaca, cabra y oveja, concretamente traen Pg E2 (provoca dolores articulares y dolor de cabeza), Pg D2 (…), Pg F2 (…), Pg I2 (…) y tromboxano A2.

En nuestro aparato digestivo, tenemos especialmente las Pg I2 y tiene una función protectora de la mucosa del estómago. Las personas que tienen inflamación de la superficie gástrica o una úlcera de estómago, seguro que habrán experimentado que la quemazón de estómago le mejora cuando toma leche. “A mí la leche me va bien, me saca el ardor”, me dicen. Toma algún yogur y leche entera, no desnatada… y con moderación.

La Pg I2 de la leche también tienen una función protectora en el músculo cardíaco, protegiendo el corazón del estrés oxidativo.

Por lo tanto, las personas que no tienen problemas hormonales y sufren úlceras de estómago, pueden considerar la leche de vaca como algo beneficioso para introducir en la dieta a dosis moderadas.

Altas dosis pueden ser catastróficas por las inflamaciones o problemas hormonales que provocan otros componentes de la leche.

Prolactina

Es una hormona polipeptídica y la encontramos en la leche de muchas especies animales. Se fabrica en la hipófisis anterior de las mujeres en la época de la lactancia, por el estímulo de la succión del bebé.

Las funciones de la prolactina son la lactogénesis, regulación de la función ovárica y testicular, la conducta de los padres, angiogénesis, regulación del sistema inmune, reproductivo y la homeostasis osmótica.

En estudios hechos con animales se ha visto que la prolactina no sólo se fabrica en la glándula hipófisis, sino también en otros órganos como el hipotálamo, hipocampo, amígdala del cerebro, tronco cerebral o médula espinal y entonces se transporta y se acumula en la leche mamaría.

La leche de vaca es la que más interesa (en julio es el nivel máximo y en noviembre los niveles mínimos). Juntamente también con la leche materna, especialmente los primeros días después de parir.

De todos modos, parece ser que los adultos podemos hidrolizar la prolactina de los lácteos que tomamos y eliminarla sin que tenga ningún impacto biológico a nuestra salud.  Habrá que ser cauteloso hasta que no tengamos un consenso, porque algunos estudios concluyen que sí nos afecta.

Una dieta baja en calorías y aumentar los niveles de vitamina C reduce la prolactina. En cambio, una dieta rica en grasas saturadas aumenta la prolactina.

IGF-1

Es un polipéptido que también encontramos en la leche. Se fabrica mayoritariamente en el hígado y en las glándulas mamarías, también en otros muchos tejidos. Está a más altas concentraciones en el calostro de la leche materna que en la leche de la lactancia después del parto. El proceso de pasteurización de la leche animal no destruye la IGF-1 y por lo tanto nos afectará la salud. Vigilar la leche de uso diario del niño y los adultos… ¿qué os tengo que decir?. Nada de nada.

La IGF-1 es una hormona anabólica que  estimula el crecimiento (positivo en el caso de los bebés), también estimula la proliferación celular y promueve el desarrollo de cánceres al tener efectos antiapoptóticos. Según los últimos estudios epidemiológicos, los cánceres asociados a altos niveles de insulina o IGF-1 son el cáncer de páncreas, colon, endometrio, mama y próstata.

Es muy típico comprobar diariamente a alguien con la IGF-1 alta… en las personas con sobrepeso y que cuando se hacen un corte o herida en la piel tienen una cicatrización con una proliferación exagerada y hacen cicatrices queloides. Aquellas cicatrices tanto gruesas como anchas. Yo se los digo… tenemos un problema y no en la piel. Tienes que reducir la IGF-1 rápidamente porque no es nada bueno para la salud hormonal tenerlo alto. La IGF-1 interviene en el metabolismo de la glucosa, lipogénesis…

Hormonas esteroides (glucocorticoides, mineral corticoides – aldosterona-, andrógenos, estrógenos y progesterona)

Glucocorticoides  (cortisol y corticosterona)

También encontramos estas hormonas en los lácteos, especialmente en la leche. El cortisol es la hormona del estrés que desde la sangre pasa a las glándulas mamarías y a la leche de las vacas, cabras y ovejas.

Los glucocorticoides principales de los humanos son el cortisol, cortisona y corticosterona, y los fabricamos endógenamente en la corteza suprarrenal (glándula situada justo encima de los riñones) a partir del estímulo de la hormona ACTH (adrenocorticotrophic hormone) fabricada en la hipófisis. La hipófisis fabrica ACTH y estimula la fabricación de cortisol cuando sufrimos estrés, o cuando tenemos fiebre y también cada día siguiendo el ritmo circadiano, a niveles más altos por la mañana y más bajos al atardecer-noche.

Se ha visto que el uso veterinario de la dexametasona  (glucocorticoide sintético) en enfermedades inflamatorias de los animales, pueden aumentar los niveles de estas hormonas de estrés en las personas que consumimos su leche o su carne.

También pueden elevar los niveles de cortisol en la leche animal las situaciones o condiciones diarias que a ellos les produce estrés, como por ejemplo el transporte, cambios de dietas, cambios de temperatura…

Estas hormonas de estrés, los glucocorticoides, los eliminamos igual que los animales a través del hígado. El cortisol se metaboliza en reacciones de 1ª fase (oxidación, reducción e hidroxilación) y de 2ª fase (glucoronización o UGT y la sulfatación o SULT) en el hígado, formando metabolitos que eliminaremos en la bilis o la orina.

Pues bien, hay que tener en cuenta que también nos pueden subir los niveles de hormonas de estrés cuando tomamos lácteos, sí.

Andrógenos (Androstenediona, testosterona, dihidrotestosteronana)

Las vacas no tienen testículos pero la leche de vaca sí que contiene androstenediona fabricada en las glándulas suprarrenales y en las glándulas mamarias, especialmente cuando están embarazadas.

Esta hormona masculina puede provocar que las chicas que consumen lácteos de origen animal, especialmente de vaca, tengan un exceso de hormonas masculinas tan característico en el acné, ovarios poliquísticos, problemas de fertilidad, hirsutismo, cabello graso, dermatitis seborreica o comprobar que los pelos se enquistan cada vez que te depilas.

Progesterona

La progesterona también difunde de la sangre de los animales a su leche. Encontramos niveles de progesterona muy elevados en las vacas embarazadas y es un parámetro que se utiliza para saber si la vaca está o no embarazada. Los humanos  metabolitzan la progesterona por la 1 fase del hígado mediante las enzimas de la súper-familia CYP p450, concretamente por el CYP 3A4 y el CYP 2D6 y por hidroxilación/dihidrogenación.

La progesterona tiene funciones muy importantes en nuestra reproducción tanto en la ovulación y como en el mantenimiento del embarazo donde tiene efecto inmunosupresor, y también interviene en el desarrollo de las glándulas mamarias, características neuroconductuales, sexuales y aumento de la actividad de las neuronas gabaérgicas. ¡Es ansiolítico!

La progesterona está en niveles elevados en los derivados lácteos más grasosos dada su alta liposolubilidad, como la mantequilla, queso Gouda, crema de leche, yogur y en menos cantidad en la leche o leche semidesnatada.

Si quieres progesterona, come mantequilla.

Estrógenos

Hay una gran controversia respecto a si los lácteos son pro-cancerígenos o no. En el cáncer de mama y próstata especialmente. En estudios epidemiológicos se ha visto una alta incidencia en el cáncer de próstata y de testículo entre los consumidores de leche y productos lácteos (queso, yogur, mantequilla, yogur líquido…).

Casi todos los alimentos de origen animal contienen 17-beta-Estradiol y sus metabolitos. Especialmente la leche y sus derivados, y también la carne de ternera y de cerdo.

El 17-beta estradiol y la estrona los encontramos en diferentes partes  de la vaca, del cerdo, del jabalí y de los terneros, tanto en la carne (músculo del animal) como la grasa o el hígado. Y traen más los animales adultos que los jóvenes. Los estrógenos se encuentran especialmente en las grasas, como la grasa del ganso. También en los huevos hay 17-beta estradiol y estrona.

En las dietas occidentales o western diets, el 60-80 % de los estrógenos provienen de los productos lácteos. Donde encontramos el estriol, el estradiol, la estrona y especialmente el estrógeno sulfato que es el principal estrógeno conjugado y el más activo. El 69% de los estrógenos que encontramos en los lácteos es el estrona E1, y el 90 % de estos estrógenos están de forma conjugada.

De momento no hay consenso sobre si los estrógenos están más presentes en la grasa de la leche o no. Unos autores opinan que el 50 % de los estrógenos está a la grasa de la leche y otros han demostrado que no hay diferencias en el % de estrógenos de la grasa y el resto de la leche. Por lo tanto, tanto la leche entera como la desnatada contienen estrógenos.

Los niveles más elevados de estrona en forma libre y de forma conjugada se encuentran en la mantequilla seguido después por la crema de lechequeso Gouda, yogur y leche, por este orden.

Si quieres estrógenos come mantequilla.

Concentración de estrógenos en la leche de vaca

Y resulta que en estudios epidemiológicos recientes, se ha visto una clara correlación entre el alto consumo de leche y derivados lácteos y una mayor incidencia en el cáncer de testículo y de próstata.

Las concentraciones de estrógenos libres y conjugados (ng/ml) en la leche de vaca frisona según Qin et. al. 2004:

Los pescados contienen menos estrógenos y sus niveles dependen de la estación y la época reproductiva. Todas las dietas no-vegetarianas contienen estrógenos.

Los estrógenos en los alimentos

Ciertos componentes de nuestra dieta y de la dieta que ofrecemos a nuestros animales, tienen una estructura molecular idéntica a los estrógenos e imitan su función. Los denominamos fitoestrógenos. Se ha encontrado la presencia de fitoestrógenos en la leche de vaca y en la leche materna. Y sus beneficios o prejuicios son efectos controvertidos hoy en día.

Hay alimentos ricos en fitoestrógenos como las isoflavonas o lignanos que tienen una estructura idéntica a los estrógenos endógenos, los que nosotros fabricamos, y ofrecen igualmente actividad hormonal dentro de nuestro cuerpo. Las isoflavonas de la soja y otras legumbres son metabolizadas por las bacterias de nuestro intestino en unos metabolitos finales que tienen gran actividad estrogénica en casi todas las células de nuestro cuerpo.

Si realmente los fitoestrógenos también son capaces de interactuar con los receptores hormonales que tenemos en nuestras células, efectivamente estamos diciendo que ellos actúan como unos disruptores hormonales en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo.

Los estrógenos en la leche

Actualmente, las vacas y muchos animales están alimentados con piensos ricos en fitoestrógenos. Después de la digestión de estos alimentos, las vacas obtendrán unos metabolitos con actividad estrogénica, que irán a la sangre y entonces a la leche. Los estrógenos que ellos fabrican, yademás los del pienso … todos hacia la leche.

Así es, los estrógenos que fabrican los animales de forma endógena y los que les damos nosotros mismos para alimentarlo, todos juntos, llegarán a la leche y a nuestra cadena alimentaria en forma de yogures, mantequillas, quesos, chocolate con leche, helados y otros muchos derivados o productos variados donde se añade algún lácteo.

Además, los medicamentos utilizados por el veterinario como las hormonas de crecimiento, acabarán estando presentes como residuos en la leche y sus derivados.

¿Alguien me puede decir qué caray estamos haciendo? Estamos dando un abuso de alimentos y medicamentos con función estrogénica a nuestros animales… para después tomarlo nosotros. Creamos y nos alimentamos de nuestro propio “veneno”.

Dada la importancia de la presencia de estrógenos en los alimentos, actualmente se utilizan sofisticados métodos de detección que determinan con gran sensibilidad la cantidad de estrógenos para intentar mejorar la epidemia que vivimos en nuestro siglo de problemas de fertilidad, obesidad, enfermedades inflamatorias y cánceres hormona dependientes.

La población más sensible a los cambios hormonales

La parte de la población más sensible a los cambios hormonales son los chicos y chicas que están en la época pre-puberal donde las hormonas tienen un efecto en el desarrollo y crecimiento muy importante. En chicos con la enfermedad de Turner, se ha visto que pequeñas dosis de estrógenos aumentan la velocidad de crecimiento, en cambio, un exceso de estrógenos no provoca ninguna aceleración en el crecimiento, incluso puede inhibirlo.

Los estrógenos favorecen el crecimiento de la epífisis de los huesos, y es dosis dependiente. Las chicas que tienen niveles elevados de estrógenos tienen una maduración y fusión de las epífisis de los huesos y una finalización de la línea de crecimiento más precoz que los hombres.

Los estrógenos tienen una gran potencia como factores de crecimiento y tanto el estradiol (E2) cómo alguno de sus metabolitos tienen efectos promotores de cáncer. En reacciones de primera fase del hígado los estrógenos empiezan a degradarse por unas enzimas llamadas CYP P450 y derivan diferentes metabolitos. Especialmente:

  • 2-OH E1 E2
  • 4-OH E1 E2
  • 16alfa-OHE1

Los metabolitos 2-OH y 4-OH, denominados catecol estrógenos, seguirán su camino por reacciones de la 2ª fase en el hígado, concretamente por las enzimas de metilación, convirtiéndose en 2-metoxi E2 y 4-metoxi E2.

Cuando no podemos metilar los catecol estrógenos (2-OH y 4-OH) en metoxi estrógenos por las enzimas catecol-metilo-transferasas del hígado… entonces tenemos un problema. Tendremos una acumulación de catecol estrógenos si no metilamos bien.

Concretamente la oxidación de los catecol estrógenos, es decir, la oxidación de los metabolitos 2-OH E2  y 4-OH E2 provocará la formación de quinonas y semi quinonas que pueden enlazarse a nuestro ADN y provocar la fabricación de aductos en nuestro ADN y actuar como un promotor de iniciación del cáncer.

Oxidación de los metabolitos 2-OH E2 y 4-OH E2

Mecanismo de acción de los estrógenos

Los estrógenos son activos cuando se adhieren a su receptor nuclear (ER alfa o ER beta), receptores de la membrana celular y también por la red  de interacción de varias vías de señalización intracelulares. Las acciones de los receptores de estrógenos, alfa o beta, es por la acción del receptor con un elemento de unión en el ADN que causará la activación de la transcripción genética.

Se ha comprobado que la expresión de los ER alfa y beta en cánceres sensibles a los estrógenos, origina una mayor expresión de mRNA y proteínas del ER alfa y beta en tejidos con cáncer que en tejidos sanos.

El ER alfa es un receptor que ha mostrado una actividad neuroprotectora pero también una actividad mitogénica. En cambio, el ER beta se ha sugerido como un receptor con efectos protectores por el desarrollo del cáncer, pero induce la apoptosis de las células neuronales.

Los estrógenos y el sistema reproductivo masculino

En los hombres, la mayor parte de los estrógenos son fabricados en los testículos por la enzima aromatasa. También los fabricamos en las glándulas suprarrenales y otros órganos.

A niveles alimentarios, los estrógenos nos llegan a través del agua, la carne, los huevos, y productos lácteos. La vía exógena alimentaría es la que más nos afecta a los hombres. La leche y los derivados lácteos representan el 70% de los estrógenos que nos entran en nuestro cuerpo. Y, por ejemplo, un vaso de vino tinto contiene 0,5-2 microgramos de estrógenos.

Los estrógenos, cuando se unen a los receptores, tienen unas funciones muy importantes para los hombres. Igual que en las mujeres, regulan funciones muy importantes. Los estrógenos son muy necesarios para la expansión androgénica del periostio de los huesos en la pubertad.

Los hombres sin el ER alfa son infértiles. Los xeno estrógenos que provienen de la dieta se ha visto que provocan, en ratas, una disminución del peso del epidídimo (estructura de los testículos responsable de la maduración y activación de los espermatozoos), una disminución de la cantidad y de la movilidad de los espermatozoos. El ER beta regula la absorción de los espermatozoos y sus fluidos hacia la cabeza del epidídimo y sin esta función estrogénica no podríamos ser fértiles.

Como vemos, en los hombres tienen una gran importancia en la maduración y supervivencia de los espermatozoos, y también en el control del esqueleto y el sistema cardiovascular previniendo  la osteoporosis y la arteriosclerosis.

Concentración de hormonas a la leche de vaca

Bibliografía

Med Hypotheses, 62 (1):133-142. (2004)

Estrógeno: One of the risk factores in milk for prostate cancer.

Qin LQ, Wang PY, Kaneko T, Hoshi K, Sato

J Agric Food Chem, 54 (26); 9785-9791. (2006)

Naturally occurring estrogens in pro-cessed milk and in raw milk (from gestated cows.

Malekinejad H., Scherpenisse P, Bergwerff A

Br J Cancer, 80 (7):1107-1113. (1999)

Animal products, calcium and protein and prostate cancer risk in The Netherlands Cohort Study

Schuurman AG, van den Brandt PA, Dorant E, Goldbohm RA.

Nutr Cancer, 18 (3):277-286. (1992).

Diet and prostatic can-cer: a caso-control study in northern Italy.

Talamini R, Franceschi S, La Vecchia C, Serraino D, Valla S, Negri E.

Int J Cancer, 80 (5):704-708. (1999).

Diet and cancer of the prostate: a caso-control study in Greece.

Tzonou A, Signorello LB, Lagiou P, Wuu J, Tri-chopoulos D, Trichopoulou A .

Br J Cancer, 73 (5):687-691. (1996).

Intake of dairy products and the risk of breast cancer.

Knekt P, Jarvinen R, Seppanen R, Pukkala E, Aro-maa A .

Int J Cancer, 93 (6):888-893.

Childhood and adulto milk consumption and risk of pulsan-opausal breast cancer in a cohort of 48,844 women – the Norwegian women and cancer study.

Hjartaker A, Laake P, Lund E (2001).

Xevi Verdaguer

Psiconeuroinmunólogo, nutricionista y fisioterapeuta. Ayudo a personas como tú a recuperar tu salud a través de la PNIE y otras disciplinas.

¿Qué aprenderás?

Tu caca, ¿flota o no flota?

A mucha gente le da risa cuando hablo que si las cacas flotan, o de si son pastosas o duras, si huelen o no...
Les hace gracia.

Pero cuando entienden la importancia que tiene esto, no sólo ponen más atención a lo que aparece cada mañana en la taza de su inodoro, sino que empiezan a preocuparse por cómo son las cacas de la gente que más quieren. Curioso, ¿no?

He grabado un audio en el que, en menos de 3 minutos, sabrás cómo debería ser la caca perfecta y qué puede ir mal a tu cuerpo si no es así.
ENVÍAME EL AUDIO
Xevi verdaguer historia

Relacionados

arrow down
cartcross