¿Qué es la astenia primaveral?
Son el cansancio y el estado de ánimos bajo asociados a la llegada del buen tiempo. Puede durar entre 10 y 20 días, y los síntomas son el cansancio, a pesar de las horas suficientes de sueño, la falta de energía, la desmotivación, la tristeza, la poca vitalidad. Es frecuente tener la cabeza embotada, con poca capacidad para concentrarse. En esta época también suele disminuir la libido.
¿A quién afecta?
Afecta a una gran parte de la población, especialmente a las personas que sufren alergias y a las mujeres en edad fértil entre 35 y 50 años. Ahora bien, la astenia primaveral no es ninguna enfermedad descrita y los síntomas tienen que ver más con el cambio de horario que se produce en el mes de marzo, cuando se avanza una hora, en beneficio de reducir el consumo de energía. Es este hecho el que altera temporalmente nuestro biorritmo y el equilibrio de nuestras hormonas.
¿Cuáles son las causas?
Junto con la mala adaptación al nuevo horario, los responsables son los cambios de temperatura habituales en la primavera, en la que solemos vivir días fríos y otros de mucho calor. Estos contrastes pueden provocar que liberemos histamina (desgranulación de los mastocitos), especialmente en el caso de las mujeres, porque los estrógenos (hormona femenina) también favorecen que tengan niveles más altos de histamina en el organismo.
¿No existen otras causas?
Sí, hay más, por ejemplo, los desequilibrios subyacentes en algunas personas, como los desequilibrios de las bacterias intestinales (microbiota), los trastornos emocionales, la falta de vitamina D acumulada durante un invierno en que no hemos estado expuestos a los problemas de las alergias primaverales (al polen de las gramíanidas, del olivo, plataneros…).
¿Qué debemos hacer para combatirla?
No hacen falta medicamentos ni suplementos. Tenemos la opción de suplementos de vitaminas, minerales o fitoterapia durante estas tres semanas de asténia primaveral, por ejemplo, la equinácia, la espirulina o el própolis. No obstante, para controlar los niveles de histamina, de estrógenos y la correcta fabricación de serotonina que propician un buen dormir es necesario estar en manos de especialistas.
¿Y algún alimento en concreto?
Comer alimentos ricos en vitamina C, como las grosellas, el kiwi o las verduras de color verde, pero vaya con precaución con los cítricos, que provocan niveles más elevados de histamina en el cuerpo, y por tanto no hay que abusar. También ayuda, comer aquellos alimentos que tienen propiedades antihistamínicas o que reducen la actividad, como son el azafrán, el comino negro, la albahaca, el tomillo, la manzanilla, el jengibre, la ortiga, las legumbres (especialmente los germinados), cúrcuma, ajo (especialmente el ajo negro), el alforfón (en pan, pasta o harina), la cebolla (sobre todo las capas más externas).
La ingesta de verduras, especialmente las de color verde, puede ayudar a superar el malestar habitual asociado al cambio de estación del invierno a la primavera.
¿Y practicar deporte?
El deporte suave, especialmente durante las horas que se pueda estar expuesto a los rayos del sol, también te ayudará a mejorar tu sistema inmunológico y hormonal. Respecto al sol, y en el caso de una piel sensible, es mejor hablar con el dermatólogo antes de exponerse demasiado.
Transcripción de la entrevista de la periodista Trinidad Gilbert para el suplemento del diario Ara ,»Productes de la Terra» – PRIMAVERA ÈPOCA DE VERD I GURMET»
Fotografía: Diario Ara