El sorbitol es un aditivo alimentario legalizado por la Unión Europea con el código E-420. Lo encontrarás en muchos chicles o gomas de mascar, en los dulces, alimentos dietéticos, alimentos para diabéticos y en muchos alimentos procesados.
Si cuando conduces sueles desabrocharte los pantalones y un día poniéndote un vestido pensaste: “esta barriga no es la mía”… estás a punto de comprender cómo mejorar esta hinchazón abdominal, el exceso de gases, distensión abdominal y las heces pastosas y/o diarreicas que muestran que tu intestino necesita que le escuches. Solo tú puedes ayudarle.
El sorbitol es un poliol (alcohol de azúcar) que encontramos de forma natural en algunos alimentos, sobre todo en las frutas que tienen un hueso dentro, en sus zumos, en la fruta deshidratada y en verduras como el pimiento verde o la mazorca de maíz.
Pero el sorbitol también puede ser producido de forma sintética a partir de la hidrogenación de la glucosa, utilizándose en la industria alimentaria para mejorar la vida útil de los alimentos, su textura y especialmente su sabor, utilizándose como edulcorante artificial en sustitución del azúcar. Tiene la ventaja que no eleva la glucosa en sangre y ofrece el 60% de poder edulcorante respecto el azúcar de mesa (sucrosa).
Alimentos ricos en polioles (Señalo en color los alimentos ricos en sorbitol)
El sorbitol y el manitol se encuentran presentes de forma natural en frutas como las manzanas, cerezas y albaricoque.
Pon especial atención en las etiquetas de las bebidas, alimentos procesados, caramelos en los que puedas leer “sin azúcar”, en los medicamentos presentados en formato líquido e incluso en los suplementos naturales, pues el sorbitol se añade como edulcorante para mejorar el sabor, para que nos guste más y repitas su consumo. Pon atención, ahí están los polioles esperando a que los ingieras.
¿Has conseguido alguna vez comerte solamente un chicle después de que desapareciera la explosión de sabor del primero que tomaste? ¿Difícil no repetir, verdad?
Los síntomas gastrointestinales de las personas con intolerancia al sorbitol son:
Estos síntomas gastrointestinales son consecuencia directa de los efectos osmóticos de los polioles mal absorbidos (y otros sustratos) en el intestino delgado y consecuencia indirecta de los efectos inducidos por la fermentación bacteriana que producen SCFA y gases en el intestino grueso (colon).
El exceso de estos subproductos de la fermentación en el colon pueden provocar los siguientes cambios luminales en el colon:
Estos síntomas son dosis dependientes y empeoran cuando el sorbitol es ingerido junto con otros azúcares por el efecto sumatorio. Cuanto más sorbitol, isomalt, lactitol o maltitol más posibilidades de experimentar diarrea por mala absorción de los polioles.
«La dosis hace el veneno»
Paracelso, considerado el padre de la toxicología.
En personas sanas se ha comprobado que una dosis de 10gr de sorbitol puede provocar gases e hinchazón abdominal pero una dosis de 20g ya les puede provocar mayores problemas como dolor abdominal y diarrea.
La dosis de sorbitol a partir de la cual provoca estos síntomas pueden variar, de una persona a otra, entre 5 y 20g de sorbitol/día . Y dosis superiores a 20g de sorbitol/día posiblemente ya no solamente provoque diarrea osmótica sino que también puede ir asociada a deshidratación y pérdida de peso.
Tal vez no imaginabas que tus diarreas crónicas y tus calambres abdominales podían ser por comer demasiados chicles “sin azúcar” o por algún medicamento, verdad? Si lees la letra pequeña de los envases podrás ver la advertencia: “ El consumo excesivo puede tener un efecto laxante”.
Ejemplo: «En un paquete de chicles Trident hay 16-18 barras. Cada barra de chicle Trident contiene 1,25g sorbitol.»
Si tomas un paquete de chicles cada día, estás tomando un total de 20-22,5g de sorbitol. Te has pasado. (sin tener en cuenta el efecto sumatorio del sorbitol ingerido en los alimentos)
La mala absorción del sorbitol y otros polioles explican síntomas digestivos como el exceso de gases, distensión, calambres abdominales y la urgencia por ir al baño (habitualmente con diarrea), pero los polioles no son los responsables de la hipersensibilidad visceral que padecen los pacientes con colon irritable.
Las personas con colon irritable suelen tener una mayor hipersensibilidad visceral (percepción sensorial aumentada antes un estímulo visceral) consecuente a otros motivos:
La estructura molecular del sorbitol es muy parecida al de la fructosa, pero a diferencia de la fructosa, su absorción no mejora con la co-ingesta de glucosa.
El sorbitol puede ser absorbido en el intestino delgado por:
La intolerancia al sorbitol está provocada por una mala absorción a nivel intestinal de los alimentos ingeridos que son ricos en sorbitol.
La mala absorción puede ser por:
La intolerancia al sorbitol es un proceso reversible que cesa en la medida en que se revierte el origen del problema.
Es decir, lo más importante de todo esto es que, si tienes intolerancia al sorbitol acabas de descubrir que tienes un problema en el intestino delgado. Esto es muy importante. Ahí tenemos la clave para revertir la intolerancia al sorbitol.
Cuando los azúcares no digeridos ni absorbidos llegan al intestino grueso, las bacterias allí presentes lo utilizarán como alimento, lo fermentaran y fabricaran hidrógeno y metano. Ambos gases serán absorbidos, pasaran a la circulación sanguínea y serán eliminados por la respiración. El hidrógeno y metano detectado en el aire espirado indica que el azúcar ha entrado en el intestino grueso sin haberse absorbido en el intestino delgado. El exceso de H o CH4 espirado indicará mala absorción intestinal.
Curva patológica en los niveles de hidrógeno (H+ por encima de 15ppm). Curva patológica en los niveles de metano (CH4 por encima de 20ppm).
En el test del aliento para la fructosa y el sorbitol las personas con colon irritable suele tener una excreción de H y CH4 más elevada de lo normal por su mala absorción. Sin embargo, los síntomas gastrointestinales no se correlacionan con mayor cantidad de gases espirados.
Según estudios recientes de Yao CK. y su equipo, parece ser que las personas que sufren colon irritable tienen más síntomas abdominales con una ingesta aumentada de alimentos ricos en sorbitol y fructosa, juntos en la misma comida. Incluso cuando el sorbitol se ingieren junto al manitol (un poliol que absorben mejor las personas con colon irritable que las sanas).
Estos estudios nos sugierien que los síntomas asociada al sorbitol como la diarrea, no se deben solo a factores de mala absorción.
Cuidado con el sorbitol y la fructosa.
En personas sanas vemos que tanto el sorbitol como la fructosa se absorben bien cuando se ingieren individualmente, sin embargo cuando los consumimos juntos su absorción puede ser incompleta y nos darán muchos problemas gastrointestinales por mala absorción.
El sorbitol empeora el escenario de los intolerantes a la fructosa por dos motivos:
A las personas con colon irritable les recomiendo que pongan las cosas fáciles al GLUT5 siguiendo una dieta baja en fructosa y en sorbitol y, sobre todo, no consumirlos juntos. Hay alimentos que son ricos en fructosa y sorbitol, estos cuando vienen juntos son un reto para nuestro intestino, una auténtica provocación para el GLUT5.
Alimentos ricos en fructosa y sorbitol:
Si te pasas enseguida tendrás muchos gases, distensión abdominal y diarrea o heces pastosas.
Ante el reto de resolver de forma integradora estos síntomas gastrointestinales quiero recordar que la dieta baja en sorbitol solo será temporal hasta resolver el origen del problema intestinal.
El efecto sumatorio del sorbitol ingerido y el de otros polioles junto con alimentos ricos en FODMAPs pueden desencadenar síntomas más fácilmente y, por lo tanto, solo hace falta que adaptes la dosis a tu tolerancia intestinal. El intestino te avisará, ponle atención.
Lo importante a reducir es:
Alimentos ricos en sorbitol (E-420) y manitol (E-421):
Alimentos ricos en fructosa y sorbitol:
Las causas de la diarrea asociada al sorbitol son multifactoriales y deberemos abordarlos en función de cada persona:
Lo resolverás!
De hecho… creo que te lo pasarás tan bien escuchando a tu intestino que intentarás cuidarlo al 100% para poder comer aquellos chicles, zumos o cerezas que tanto te gustan sin que te amarguen el rato.
¡Salud!
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